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Sin título


He vuelto a caer. Me he enredado conmigo misma en una lucha para tres. 
Ya no sé ni cómo decirte 'ayúdame'.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hay gente que ha nacido para caer, para perderse. Eso no quiere decir que su vida vaya a ser siempre una espiral descendente, el primer paso para poder ayudar(te) es reconocer lo que nos supone un perjuicio, aunque en el fondo no tenga nada de malo poseer esa tendencia o característica en especial.

Todo es cuestión de perspectiva... puede que sufras y desees algo mas de calma, pero si te ves abocada a menudo a enredarte, es porque posiblemente te resulte mas incómoda la apatía, que lo que te mueva y haga sentir viva sea simplemente sentir algo, tanto bueno como malo. Cuando es algo agradable, lo disfrutas como si fuera a acabarse al siguiente minuto, y cuando es doloroso consigues expresar los matices de todo lo que se te agolpa entre las costillas y crear algo digno de ser leído y analizado.

Evolucionar duele, y el dolor es un gran maestro. Ayúdate a ti misma todo lo que puedas, y para lo que te supere están/estamos el resto. Si quieres ayuda, simplemente pídela.

Sin nombre dijo...

:_) Puede que tengas razón. La apatía me generaría el verdadero dolor. El dolor, en ocasiones, nos da la vida.

Unknown dijo...

jaja no sólo nos da la vida, sino que es el mejor maestro que hay. Cuando algo te sale bien, la mayoría de las veces no sabrás porque has "ganado", incluso la siguiente vez que lo intentes la victoria no será replicable de nuevo.

En cambio, cuando pierdes, es mas fácil analizar lo que falló, puedes sacar conclusiones, incluso la frustración por no conseguirlo te generará mas ganas por hacerlo aún mejor en una nueva oportunidad.

Me gusta el enfoque científico en este tipo de situaciones: para conseguir llegar a un descubrimiento hay que hacer mil experimentos, todos fallidos salvo el último, al que se llega analizando cada uno de ellos y sacando algo en claro para el siguiente... hasta que has conseguido tal grado de conocimiento que el experimento siempre sale bien.

Y aun así, si no se llega a ese momento ideal en el que se obtiene todo lo que se desea tampoco importa, ya que con lo que se disfruta es con la experiencia en sí. Sabes que estas viva porque te mueves, y si te paras te mueres.

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