Todos los huesos rotos.
Cuando tus ojos me miraron hicieron justo todo lo que temía. Ver a través de los míos. Me sentí tan transparente. Me sentí agua y estupidez.
Soy como una niña jugando con mi destino, que si no, que si sí, que si qué más da porque lo demás no existe. Me da igual morir porque no creo ni en el presente, creo que no hay nada y me da igual dejar de pensar.
Ruega por mí que me hace falta. Ruega por mi alma ya que yo soy demasiado imbécil para hacerlo. Y es que mientras las horas pasan en mi reloj sigue sin funcionar el segundero. Que soy quien soy sólo gracias a lo que no soy y eso me hace sentir tan inútil. Es como si todo fuera en vano, todo el mundo va a descubrir lo que no quiero que descubra porque ven lo que les dejo ver.
No debería dejarte mirar. Deberías cerrar los ojos cuando estás conmigo. Es que ya no sé cómo hacerlo para guardarme para mí un poquito de mí. Deja de..
consumirme.
1 comentarios:
Te tengo muy vista. Te infravaloras demasiado y no eres tan nociva, sólo estás viva en un mundo ajeno. Pero no te preocupes, que siempre vas a estar a salvo.
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