La desgarradora sangre surcando su rostro como una expresión de confusión mal formada. Y un cigarro sin apenas empezar que cae al suelo haciendo un leve chasquido que quiere decirnos: todo ha acabado. Pero realmente acaba de empezar.
Nada en este mundo es libre, ni nunca lo será, todo está capitalizado, ordenado, comprado o creado por un amo. Y tú no vas a ser menos. Desde que te cortaste el pelo no pareces el mismo, te dicen, pero es todo mentira. Todos parecemos el mismo. Todos somos la misma persona, sólo que con distintas cicatrices.
En esta vida todo es voluntario, pero no te dicen a voluntad de quién. Pagamos y no precisamente en dinero, por el derecho a vivir, un derecho que nunca hemos reclamado.
Crecen las dudas, crecen los árboles, pero nosotros seguimos estancados en un charco de agua sucia, como un insecto ahogándose en una gota de agua. No somos más que eso.
El tiempo es subjetivo y nunca es mucho. Nunca es más.
Todos vivimos exactamente lo mismo.
2 comentarios:
Dios, me encanta como escribes. Haces de las cosas sencillas una cualidad indispensable. Y todos somos un montón de huesos con carne que será devorada por los gusanos. Al fin y al cabo es todo lo que somos. :3
Muy buena señorita Sun.
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