Me tropecé con mi aura, me ahuyenté a base de verdades que nunca quise conocer. Y retorcidas las pestañas, nada queda, sólo un millón de vacíos llenando la mísera discordia entre el hueso, la carne y el alma.
Me quedo muy quieta. Perpleja. Mirando a mi alrededor. Sólo consigo contemplar la indiferencia de mis sentidos hacia el mundo que nos rodea, el dolor de que no haya dolor, porque no hay nada.
Sólo soy un ser vivo, que no viviente, insertado en este mundo por casualidad, seguramente por error. Y sonrío. Porque sí, me caí del espejo, pero al menos conseguí no quedarme dentro.
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4 comentarios:
Tan bueno como solo tu podrias hacerlo, no me canso de alavar tus entradas. Cada escrito tuyo es un poco de felicidad e inspiracion en la vida... Gracias por escribir y compartirlo con el resto de nosotros. -BW-
Vaya.. Muchísimas gracias. Aunque sería mejor sin el anonimato. :) Y de nada, ¿de qué me serviría escribir y guardármelo para mí?
¡Un saludo!
"Sólo soy un ser vivo, que no viviente, insertado en este mundo por casualidad, seguramente por error"
Como es posible que me identifique con tantas palabras de las que hay en este blog? que descubrí no hace mucho.
Agridulce, porque a veces reconforta saber que en cierta manera, hay gente que siente como tu. Pero a su vez, entristece, porque hay ciertos dolores y vacios, que como los conoces tan bien, no se los deseas a nadie.
Gracias por hacerme ver, que ahi fuera, puede haber vida inteligente. Personas que veis mas alla de lo mundano y cotidiano. Que, a menudo, se me olvida.
Sigue luchando por tu sol Sandra.
No puedo decir que me alegre de que te identifiques con mis palabras, pero sí que me alegro de que las entiendas, sinceramente. Es agradable saber que me lee gente con cerebro. Muchas gracias. Sigue luchando tú también, mookie.
Un beso.
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