Enamorada de unas manos que sólo te tocan para herirte. Enamorada de unos ojos que ya no te miran a ti, que miran a través de ti. Un amor inhumano, si es que existe el humano, en el que te dejas llevar por mentiras piadosas recubiertas de una frase que antaño era verdad. "Te quiero". Parece tan bonito que te lo tienes que tragar. Eres tú la que se hiere. Eres tú la que muere. Miras al espejo y ya no te reconoces. Hay un reflejo marchito de un cuerpo que se doblega sobre sus propias convicciones.
Sólo eres su maniquí. Tan sólo eres una flor que solía cuidar. Te dejas hacer, te tiene que querer, te has de auto-convencer. Ciega y maniatada sigues todas las supuestas reglas, sin salirte del trazo marcado, pero aún así lo haces mal. No hay camino. No existe forma alguna de salvarte, de salvarle. Sólo es un amor siniestro que te come por dentro. Olvídalo. Olvídale. Sin olvidarte de ti.
1 comentarios:
Realmente genial para mi gusto, valoro mucho este tipo de cosas... seguiré este blog así que no pares de escribir !
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