No voy a cometer el error de existir

No voy a dejarme llevar, no voy a ser lo que tú eres para mí
No voy a intentar luchar, ni tampoco me voy a rendir
No voy a ser nadie, que ser alguien ya me salió bastante mal
No me voy a dejar llevar,
no voy a...


Y cuánto tiempo me pasé atrapada entre abrazos maltrechos de pasiones desenfrenadas ya desgastadas, y cuántos días miré al cielo esperando desaparecer, cuántos siglos he estado en este planeta sin estar. Cuántas veces habré pensado que este no es mi lugar. Cuánto dolor he sido capaz de inventar.

Frente a mí, unas luces que no sé distinguir. Coches, quizá. Mi alma, tal vez. Lágrimas que recubren mis paraísos disfrazados y todos vosotros mirándome, sonriendo, admirando mi infelicidad. Cinco o seis árboles a mi alrededor, demasiadas ramas, demasiado calor. Todo iluminado tan sólo por mi mirada. El estertor de una vida que nunca llegó a ser vida. Oscuro, agrietado y emborronado. Un paisaje demacrado y dolorido. Sangre en las paredes, plantas marchitas y para más colmo: yo. Arrodillada y sin fuerzas. Perdida y sola ante mi propia soledad. Mirándome fijamente. Descifrando mis secretos, adivinando lo que siento, porque nunca lo sé. Si no me conozco, si mi piel está llena de centímetros ajenos. Y hace tiempo que perdí la cuenta de cuántos son. La tierra bajo mis uñas ensangrentadas está húmeda, y me cuesta respirar. Quizá debería dejar de intentarlo.

No voy a salir de aquí.

Break my deepest promise

1 comentarios:

Larisse dijo...

Levanta la cabeza y anda erguida, es la única manera de sobreponerse a tu propia sombra.

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