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Me has pillado en un mal día


Un mal año
Una mala vida
Soy una astronauta en el espacio de tus miradas,
una mala persona recubierta de frases y chorradas.
No soy nada mítico,
no prevaleceré.
No miento,
no siento,
no existo.

Un buen día


Un buen día en el que me acompañe la banda sonora de tus gemidos, en el que tus miradas sean francas y mis piernas no tiemblen. Que digas te quiero sin yo temer, que digas te quiero y no te quiero perder.

Un buen día en el que la luz brille, el sol me mire y la piel no me escueza. Que mirar no duela y el aire nos recubra por igual, sin asfixiar.

Un buen día en el que mis palabras se retuerzan,
que no tengan razón,
que no tengan final.

Un buen día que jamás existirá

La vida es temporal


A veces me pregunto cómo sería creer en algo, pero miro alrededor y se me pasa. Es mucho mejor así. Todas las cosas hacen daño, y cuanto menos duren, mejor.

En realidad no hay nada eterno.
Excepto ellos.
Y van y no existen.
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I'm a creep, I'm a weirdo

What the hell am I doing here?
I don't belong here

Se disfrazaba cada mañana. Una camisa, un pantalón nuevo y los zapatos de todos los días. Miraba el reloj de vez en cuando, para no llamar la atención. Jugaba a los juegos del móvil, se entretenía analizando las miradas de la gente. Recorría los cuerpos ajenos. Tonteaba con sus dedos. Hacía fotos con los ojos. Besaba el aire cada dos por tres. Se tropezaba siempre que ella le miraba. Leía libros ilegibles y bebía más de lo que debía. Oh. Se encontró otra vez con esos rosados labios besándole la nuca. No entendía lo que pasaba. Cómo alguien le podía querer. 'Debería morir ya mismo', se decía, 'debería acabar conmigo'.

I want a perfect body
I want a perfect soul
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Ojos enfermos


Intentas no mirar para calmar tu dolor. Derramas sangre por cada poro de tu piel. Tu boca pide clemencia, tus manos ruegan sin éxito. Tu vida es un juguete en manos de la suerte. Te recorre de pies a cabeza. Te duelen las uñas, no quieres pensar. Estás infectada. Eres tóxica. De saliva negra y verdes párpados, das casi tanto miedo como el que tu misma dices tener. 

Vomitas pensamientos mal escritos, respiras muy flojo pero te duele. Tus pulmones no quieren seguirte el ritmo, tu corazón te hace un flaco favor al ralentizar su marcha. La piel se te agrieta. ¿Acaso es posible descomponerse antes de tiempo? Ya no hay tristeza en tu rostro. No hay ni un atisbo de luz en tus ojos. Son oscuridad. 
Eres el vacío.
El olvido.

¿Cuál es la velocidad de la oscuridad?

Dicen que no existe.

La oscuridad es la nada y sólo es algo cuando se llena de luz. La oscuridad no existiría si no hubiera luz con la que llenarla, se olvidan de que ocurre lo mismo al revés.
Como la muerte y la vida. ¿Cómo vas a morir si no vives? ¿Cómo vas a vivir si no mueres algún día? Es lo mismo que preguntar cuánto ha vivido o qué edad tenía al morir. Tan complementarios como el amor y el odio, tan adversos como tú y yo.

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Me niego


He llegado a la conclusión de que no soy yo quien viste y calza. No soy yo quien sale en el espejo. Tampoco soy yo esa a la que hablan, esa que se ríe, tampoco esa que llora. No soy la que está sufriendo, ni la que está viviendo. No soy tuya porque no soy de nadie. No soy de este mundo porque no existo. Me niego a pensar que esta vida es mía. El mundo me ha escupido fuera y estoy volando alrededor. Todos vuestros problemas son minucias ante mis galaxias. No soy yo la vuestra, no soy yo quien habla.

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Esto no es real


Esto no es real
me repito mientras pasan los días
esto no es real
sólo el prólogo de lo que será mi vida.

Burdo y constante como un puñetazo
como cada segundo en ti
como cada vez que te amo
y cada silencio desde que te vi

Fino y redundante
como el humo
como tus pasos
como mis besos
como el alambre

Sentido
como el dolor
Arañado
Como tú y como yo
Vejado
y solitario


Nada existe si no miras.

Bisturí

Destrípame que quiero sangrarte todos estos renglones en la cara. Huye de mí con todas mis armas, que no vale de nada. Porque ya no me importa.

Quiero que te sientas culpable de cada lágrima derramada, de cada promesa rota, de cada gota de sangre desperdiciada. Y es que esto no es más que el principio del fin, otra historia más que no merece ser narrada. Pero aquí estoy yo escribiendo con mis dedos maltrechos y corruptos a lo largo de tantas decepciones, que han escrito más de lo que jamás le desearía a nadie. Y aquí estoy yo. Sola. Encadenada. Deshilachada y desaprovechada.

Que sigo siendo aquella niña estúpida, no te lo niego. Pero ahora cuando me castigan ya no lloro, me corroen por dentro todas las lágrimas que no expulso y, como ya sabes, me dan alergia. Casi tanto como tus besos. Soy amarga hasta la médula y no soporto el calor humano.

Y no estoy aquí para quejarme, sino para dejar constancia. Los hechos son muy distintos a lo que mis manos os cuentan, mis manos no escriben, mis manos lloran, y yo lo siento.

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Gracias


Hace años que escribo, por amor, por odio, por aburrimiento, por lo que sea. Mi vía de escape siempre ha sido escribir. Primero fue en papel, luego a word, más tarde en fotolog y ahora aquí. No sé muy bien qué escribo ni para qué, pero me gusta y me alivia. Me desahoga. Y vosotros, lectores, hacéis que estos escritos inspirados en delirios obtengan una recompensa que, a mi parecer, no se merecen.

Me siento obligada (en el buen sentido de la palabra) a agradecer las casi 10.000 visitas que ha conseguido este blog en los pocos meses de vida que tiene. También quiero agradeceros mucho mucho mucho a vosotros, mis 38 seguidores, el hecho de seguirme, visitar el blog, leerme, rayaros, comentar, o lo que sea. Muchísimas gracias.

La verdad es que hice este blog para "expulsar" toda la mierda que fabrica mi cabeza en el día a día, y nunca pensé que llegaría a conseguir tantos lectores. Estoy bastante impresionada y halagada. Aunque no comentéis mucho (que lo entiendo, porque no hay mucho que comentar), sois unos cuantos los que entráis a diario y leéis todo lo que tecleo casi sin darme cuenta. Me conmueve.

También sois muchos los que entráis desde Twitter y me leéis. No tengáis miedo a comentar de forma anónima, no hace falta ni estar registrado.

Muchas gracias a todos otra vez y si tenéis alguna sugerencia para mejorar el blog no tenéis más que escribirlo en un comentario e intentaré haceros caso.


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Introspectre


Ella vivía sola, desencantada. Furiosa consigo misma. Era demasiado lista, pesimista a más no poder, realista como cualquier persona inteligente. De mente fría, ojos vacíos y calculadores. No hablaba mucho, sólo abría su boca para fumar y para comer, y no demasiado. Escribía todo lo que cruzaba por su mente en un raído cuaderno. Leía libros antiguos, veía películas mudas y escuchaba música clásica. Sabía varios idiomas. Le gustaban los gatos, "son los animales más sabios", solía escribir.

Y era guapa como ella sola.

Grandes ojos en blanco y negro, de melena desatada, rizada y despeinada. Delgada, más de lo normal. De piernas largas que te llaman y medias de rejilla distintas cada vez. Con cicatrices de la vida, de estas que sólo se ven si te fijas. Con un par de tatuajes en la espalda y uñas teñidas de negro. Miraba mucho por la ventana, esperando que nadie se encontrara con sus ojos, se sentaba en el diván y se le escurrían las horas, entre pensamientos divagados y cuentas emborronadas. Tenía el piso lleno de papeles sin usar, de cigarros sin fumar y edredones que cubrían cada metro cuadrado. Era su refugio. Vivía ausente a la sociedad. No se le puede llamar soledad si no hay nadie más en tu mundo ¿verdad?

Odiaba los espejos. Y los pájaros que se posaban en su ventana. Odiaba cada minuto que pasaba.

Y un día dejó de odiar. Se sumió en la oscuridad, el más feliz de los vacíos. Ella no murió al suicidarse. "Libertad" fue su última palabra suspirada.


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