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El circo de los horrores


Sonrisas despiadadas, carcajadas dolorosas, arañazos silenciosos, suspiros y jadeos de procedencia desconocida. Dolor en las paredes, sangre en nuestras pieles. Verdades escritas de mi puño y letra, mentiras que no sabría desmentir. Colores relampagueando en un abismo de confusión y subconsciencia psicotrópica. Es la fábrica de mis miedos, vuelvo a ser Alicia en el país de las eternas pesadillas. Enredaderas que ahogan mis venas, velos, cantos de sirena, todos los misterios que me rodean. Un pasillo ocupado tan sólo por una larga melena. Al fondo el mar. El Sol. La arena. El silencio asfixiante de unos chirridos insoportables. El calor del Infierno, sus manos, sus besos. 

Sonrío paradójicamente. Sangro, grito, me doy la vuelta. Un espejo retratándome se ríe de mí. Veo mis tripas desprendiéndose de mi interior. Acaricio mi vientre, todo sigue igual, igual de mal, sigo siendo yo y nadie más. Mis lágrimas no me permiten ver el final, caigo al suelo, palpo las raíces de lo que debe ser un árbol enorme, alzo la cabeza y sólo está... Sólo es... La historia de mi vida, plasmada en retorcidas ramas, en hojas muertas, en la luz que falta, en los ojos que siempre me miran. Y vuelvo a caer, esta vez más al fondo, sin tocar el suelo, simplemente desplomándome en un vacío infinito que me muestra todos mis errores en espiral, provocándome náuseas y ganas de morir ya.
Y mientras, me imagino al creador de todo esto, apretando botones a carcajada limpia. Tirando de palancas al azar, mirando mi sufrimiento en pequeñas pantallas, extrayendo de mis lágrimas su única felicidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

:mj

Sin nombre dijo...

xD. No funcionan los iconos pero gracias por el intento.

Helen Dex. dijo...

sencillamente impresionante. Anodada estoy.

Sin nombre dijo...

^^

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