Como una galleta rellena de chocolate

Que engorda pero no mata, que llena pero no demasiado. Me como demasiado la cabeza. Soy como cualquier otro títere empujado por la marea, me elevan, me hunden. Me río de mi vida mirándola como si fuera una obra teatral.

Soy un trabalenguas.
Una persona sin futuro.

Soy, ni más ni menos, una fotografía de mí misma. Plasmada. Retocada. Desgastada y colgada en la pared. El mundo es demasiado inútil, demasiado grande... o nosotros demasiado insignificantes. Todo está tan corrupto que la naturaleza nos vomita de vez en cuando.

Un WTF, un holocausto, un incendio forestal en nuestras mentes. ¿Somos lo que queremos ser? No, queremos ser lo que no somos, y es que no se puede, y es que no llegamos. No somos más de lo que ves.

Acompáñame a lo más recóndito de mi estómago, donde te encuentras tú y todos tus amigos, cosas tan inútiles como los cinco sentidos y quizá un poco de sangre para decorar la escena. ¿Qué suena? Son mis rugidos, que laten, muy al fondo, para haceros daño y formar uno conmigo.

1 comentarios:

Zalost dijo...

Agresividad y gritos de rabia silenciosos. El mundo es definitivamente inútil, está lleno de seres tan vacíos que podría andar a través de ellos con mucha facilidad.

No queda vida. Y los que creen que viven sólo están fingiendo. Se mueven siguiendo las olas y las línas en la arena.

Publicar un comentario

Back to Top